Se reconocen como una de las pocas bandas que conservan el espíritu del rock nacional de los primeros años y lo resguardan con material nuevo.
Hágase socio de este lugar o, mejor dicho, de este disco donde podrá recrearse ante la incandescencia de los artistas en los días repelidos, olvidados. Póngale la firma, no hace falta revisación médica, solamente prestar los sentidos por un rato y reposar ante la melodía. El círculo, paradójicamente, está permeable a nuevos instrumentos y horizontes cadenciosos aunque la esencia siempre deje su traza. Adelante, no se pierda esta oportunidad y no se enmarañe por el nombre, no es privativo, puede disfrutar de él todos los días que quiera. Pase a recepción, lo van a recibir unos “Tipitos”, no se va a arrepentir.
“Hace unos años que dejamos de ser barrocos”
Ya quedaron atrás “Los Panzon’s” y “Los Penes Erectos”, apetencias previas a “Los Tipitos”, para abrir campo hacia la impulsividad creativa. Con una nueva visión de armado y forma, la banda aprendió a ponderar la canción por encima de cualquier artilugio preposicional y se aventuró osadamente a los brazos de la notoriedad. “Aprendimos a traer la canción de la casa y tocarla como la trae el compositor, sin modificar la estructura”, explica Walter “Willy” Piancioli, voz, teclados y guitarra de una banda que aunque hoy recorra el duro cemento de la Capital, tiene su historia emparejada a la zona costera de Mar del Plata y Villa Gesell. Era tan así, que a orillas del Atlántico, en “La Feliz”, comenzaron como un trío ecléctico donde se intercambiaban instrumentos y Walter, que en ese entonces tocaba la batería, tenía que viajar desde Floresta hasta la ciudad balnearia para conllevar el proyecto, situación un tanto molesta. Nadie esperaba que el cambio de rumbo lo trajera un mimo.
Desde que Pablo Tévez, un artista callejero de la pantomima, se hizo cargo de los parches, el grupo quedó afianzado como una coalición de cuatro intérpretes, conformado además por Raúl Rufino en guitarra y voz, y Federico Bugallo en bajo. Las cartas estaban echadas y las condiciones obligaban a tomar decisiones a futuro, que conociendo ya la historia, hoy son presente. “Me pasó que dije: Yo tengo que tocar con estos chicos y dejarme de joder con mi banda acá. Hice las valijas y me mudé a Mar del Plata”, recuerda Willy. Fue para grabar el primer cassette de “Los Tipitos”, en una época donde eran “muy hippies” y vivían todos juntos en condiciones difíciles de olvidar. Cuatro temporadas seguidas en Villa Gesell, con dos shows por noche, los hicieron crear un vínculo de pertenencia. La arena, el mar, el sol y los turistas sirvieron de médiums para trasladar su música a partes que ellos ni imaginaban. Entre los que se toparon con sus canciones, están León Gieco, Lito Vitale, Pablo Guyot, Alfredo Toth y tantos otros que reconocieron en la banda una continuación del anhelo del rock nacional y se involucraron en el crecimiento de este vislumbrar. Pasaron clásicos como “Brujería”, “Campanas en la noche”, “Algo”, “Silencio” y hasta llegaron a ganar en los “Premios Gardel”. “El club de los martes” es el fruto de todo ese camino lleno de experiencias, oportunidades, momentos y personas. La obtención de 13 canciones con una madurez compositiva destacable. Una producción bienquista y una continuidad sonora que fácilmente deja reconocer: se trata de uno de sus mejores discos.
-Filo: ¿Por qué “El club de los martes”?
-Walter Piancioli: Pasamos por un montón de nombres e ideas de tapa pero ponerse de acuerdo cuatro personas es muy difícil. Y un día vino Pablo, el baterista, y dijo: “Se me ocurrió el club de los martes”. Tiene una connotación interna de la banda. Nosotros hace unos años teníamos la modalidad de tocar los martes. Un día devaluado donde no hay mucha actividad. Y nos fue muy bien. Aparte sonaba lindo, la palabra club me parece genial. No tiene otra explicación, no es un disco conceptual.
-Filo:-¿Con qué se va a encontrar la gente cuando lo escuche?
-Se van a dar cuenta de que hay algunas cosas que se escapan por otro lado y otras muy típicas nuestras como “Se te nota”, que es muy de Raúl. Y después hay temas como el track 2, “No viene hasta mí”, que es totalmente novedoso a nuestro estilo.
-Filo:-El corte de difusión, “Laberinto”, tiene algunos arreglos tecnos. ¿Puede ser una de las diferencias con los discos anteriores?
-Tene como una cosa tecno en el sonido del bombo y el teclado al principio. Después aparece la acústica, la eléctrica y la batería entera. En ese tema usamos sonidos, como yo digo, “de fantasía”. Nos gustaba ese formato, más con Alfredo Toth que hizo hincapié en poner otros sonidos del teclado que no sean ni piano ni Hammond. Porque a mí siempre me gustaron los teclados “vintage” y con él volvimos a los ´80.
-Filo:- A nivel letras hay de todo pero en algunas se destacan giros bastantes literarios
Walter Piancioli: Particularmente leo mucho y tenemos algunos giros literarios, tal vez sean vicios de querer escribir. Igualmente hay letras más llanas. Me pasa que se me aparece una palabra o una imagen y de ahí me dispara algo. En este disco me ha pasado de encontrarme con una gente que hacía bastante no veía y resulta que había un tipo que después de mucho años seguía enamorado de la piba de cuando eran chicos, y salió la canción.
-Filo:-¿Qué les gusta leer?
Me gusta mucho Borges y también leo poesía pero ahora estoy leyendo a Lovecraft. Me volví a la adolescencia. Me lo regaló el tecladista de “La Mancha de Rolando” para mi cumpleaños, porque todos saben que me gusta leer mucho. Y bueno, me metí con Howard Phillips que tiene una gran frescura a pesar de lo terrible que escribe. Como dice Borges: “cuando la obra es buena lo sentís en el cuerpo”.
-Filo:-¿Creen que son la continuación más fidedigna del rock nacional?
León Gieco en algún momento nos dijo que le hacíamos acordar a Porsuigieco. Y nosotros cargamos en los hombros el continuar con esa forma de rock nacional más urbana sin estar contaminada de esta cosa latina que hay ahora. Está el reggae que se está poniendo de moda y después está Miranda como exponente de pop que a mí me encanta. No nos vemos nunca pero nos adoramos, nos mandan una botella de champán cuando estrenamos y nosotros a ellos también. Es otra banda que yo pondría como continuadora del pop acá, de “Virus”, “Sweter”, esa onda. Nosotros venimos más de Serú, León, Spinetta.
-Filo:-¿Cuáles son los cambios buenos y malos que les trajo la masividad?
No noto mucho cambio porque para nosotros es un día a día. Como dice mi psicóloga, es la cotidianeidad. La rutina de la vida hace que a veces se haga medio aburrida (risas). Para mí somos los mismos cuatro, seguimos pensando igual, peleándonos por las mismas cosas y es como un matrimonio. La diferencia es que nos une una actividad y un objetivo que nos alimenta.
-Estuvieron por Europa. ¿Cómo fue esa experiencia?
Estuvimos en España. Tocamos en un festival en Alicante donde cerró Scorpions. Hicimos una gira con una banda que se llama Canteca de Macao que después trajimos a Buenos Aires, hicimos un intercambio. Nos quedamos diez días y tocamos cuatro fechas, fue bastante productivo. Nos sorprendimos con la gente que tenía discos nuestros, eso fue increíble.
-Filo:Algunos dicen que las comparaciones son malas, otros que te ayudan a crecer. ¿Sintieron mucha diferencia al expresarse artísticamente en otro país?
Igual esto ha cambiado bastante en Argentina. En España cerraba Scorpions y en el medio tocaba Aterciopelados, nada que ver. En otros países, la gente está mucho más madura. Te venden cerveza y están tranquilos viendo el espectáculo. Es decir, una persona por metro cuadrado sin esa ansiedad futbolística.
-Filo:Eso puede llegar a tener que ver también con la oportunidad de talonear a Oasis ante un River lleno y que algunas personas del público los abucheen.
Sentí bien lo de Oasis. Se bancaron el show nuestro que duró 45 minutos. Por supuesto que siempre hay un grupo más excedido que otro. Hay que pasar por esas cosas, algún día vas a ser el cierre. Es parte del camino, querer saltarse esa etapa es como medio ir del jardín de infantes al secundario. Que te vea un River lleno, no es poca cosa.
El 29 de mayo Los Tipitos tocarán el disco en el Luna Park, y habrá invitados de gran talla, tales como el “Negro” García López, Lito Vitale, Andrea Álvarez y otros más a confirmar. La idea es presentar “El club de los martes” y hacer un recorrido por su historia musical. Justamente esa fecha cumplen 16 años como banda.
-Filo:Eso puede llegar a tener que ver también con la oportunidad de talonear a Oasis ante un River lleno y que algunas personas del público los abucheen.
Sentí bien lo de Oasis. Se bancaron el show nuestro que duró 45 minutos. Por supuesto que siempre hay un grupo más excedido que otro. Hay que pasar por esas cosas, algún día vas a ser el cierre. Es parte del camino, querer saltarse esa etapa es como medio ir del jardín de infantes al secundario. Que te vea un River lleno, no es poca cosa.
El 29 de mayo Los Tipitos tocarán el disco en el Luna Park, y habrá invitados de gran talla, tales como el “Negro” García López, Lito Vitale, Andrea Álvarez y otros más a confirmar. La idea es presentar “El club de los martes” y hacer un recorrido por su historia musical. Justamente esa fecha cumplen 16 años como banda.-